miércoles, 2 de julio de 2014

Modelos y ensayos

Los modelos están indicados no sólo para convencer a su vista a los demás, sino también para aclarar multitud de problemas constructivos. Como tales se utilizan: 
1. Modelos funcionales, por ejemplo, de cartón, madera, metal o plexiglás, a fin de dilucidar los procesos cinemáticos, o de goma, si se quieren estudiar en ellos las deformaciones y deducir conclusiones acerca de la repartición de las tensiones. En procesos bidimensionales bastan los modelos planos sencillos. 
  2. Modelos formales, para estudiar la distribución espacial o el efecto conjunto; para examinar el curso de la forma o las penetraciones o el efecto de los refuerzos, y para determinar la posición de un centro de gravedad. Se construyen, según las necesidades, de madera, escayola o. metal, o también de cartón encolado, a una escala manejable, o, finalmente, una reproducción en tamaño natural. 
3. Modelos de ensayo, para resolver determinadas cuestiones por via experimental. Se realizan en escala reducida o ampliada con respecto al tamaño real. Los ensayos constituyen a menudo el único camino para esclarecer determinados problemas constructivos. 
Por lo común, absorben más tiempo y medios de los que en principio se presupone. Relativamente sencillos con los ensayos de recepción (para comprooar el funcionamiento) y las pruebas de larga duración (pruebas de servicio), que pueden efectuarse a continuación del proceso de construcción y que, en lo esencial, comprueban sólo la función y la eficacia. 
También son de citar los ensayos de resistencia usuales, sobre probetas o modelos, verificados en máquinas de ensayo, por ejemplo, los ensayos de mate- riales, los experimentos en canales aerodinámicos, etc. Mucho más caros y prolongados que los anteriores resultan los ensayos cuando requieren previamente el desarrollo de instalaciones de ensayo y de dispositivos de medida, y más aún si no bastan las pruebas aisladas y ha de ser variada y determinada cuantitativamente la influencia de varias magnitudes en largas y penosas experiencias en serie. 
Por ello hay que ser muy circunspecto en aquellos requisitos que han de ponerse en claro con mediciones v limitarse a lo estrictamente necesario. De singular importancia para el constructor son las mediciones en funcionamiento sobre instalaciones va realizadas, a fin de obtener valores de partida efectivamente correctos para sus cálculos, por ejemplo, medidas de potencia, momento de giro, fuerza y dilatación, a fin de llegar a conocer las potencias realmente necesarias y de las fuerzas que de hecho se ponen de manifiesto o bien de los esfuerzos a que están sometidos los diferentes órganos. En el resultado de cada medición han de indicarse tan detallada- mente como sea posible las condiciones de funcionamiento en las cuales se efectuó la medida.

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